Un artículo del FBI advierte que los juguetes inteligentes pueden contener micrófonos, cámaras, GPS, almacenamiento de datos y reconocimiento de voz que pueden extraer datos personales. Los juguetes que están conectados a internet o Bluetooth son fáciles de hackear. Por ejemplo, en Alemania, la muñeca Cayla (fabricada por Genesis Toys) está prohibida por el peligro de que sea hackeada. Cada vez se fabrican más dispositivos y juguetes que utilizan información confidencial sobre el niño -su nombre, colegio, actividades que realiza- para ajustar la interacción y los anuncios.