El gobierno de Finlandia evitó su colapso el martes después de que el partido nacionalista Finns se dividiera en dos: 20 diputados, incluido su ex líder, formaron un nuevo grupo llamado Nueva Alianza, y el primer ministro Juha Sipila dijo que continuaría con la nueva facción. En una escena dramática, Sipila estaba de camino a presentar la renuncia de su gobierno al presidente Sauli Niinisto cuando se anunció la división, dio media vuelta y regresó rápidamente. "Esta es una muy buena solución, continuaremos con los actuales ministros", indicóa periodistas.