El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó el 10 de marzo que el hacinamiento en las cárceles húngaras conduce a condiciones inhumanas y degradantes. El Hungarian Helsinki Committee se ha personado legalmente en el juicio y ha señalado que el problema es sistémico: la política penal impone a miles de personas la detención preventiva sin justificación alguna. El TEDH señala que la infestación de insectos, las condiciones inadecuadas para dormir y la pésima ventilación, entre otras, contribuyen a un tratamiento degradante. Cerca de 450 otros casos similares siguen pendientes de juicio.