Tras el cierre de todos los hospitales psiquiátricos judiciales, los legisladores italianos establecieron las Residencias para la Ejecución de Medidas de Seguridad (Rems), instituciones para alojar -solo- a autores de delitos que han sido considerados enfermos mentales o socialmente peligrosos. Estos lugares deberían ser el último recurso tras una resolución definitiva. Sin embargo, se están utilizando actualmente como medida temporal para más personas, a las que se les considera erróneamente pacientes psiquiátricos, poniendo en peligro tanto el propósito como la función estas instalaciones.