El 25 de junio de 2015, el parlamento lituano dio un paso particularmente importante para garantizar la libertad de expresión, a partir de ahora no habrá responsabilidad penal por insultos. Las personas podrán seguir defendiendo su dignidad a través de la legislación civil y administrativa. Desde 2005, HRMI ha defendido la despenalización de los insultos y la difamación, llamando la atención sobre casos de procesos penales contra periodistas. Desgraciadamente, el parlamento optó por dejar la responsabilidad penal por difamación intacta, con penas que pueden llegar hasta dos años de prisión.