El parlamento lituano entró en razón en el último momento y rechazó la llamada "ley Putin". La propuesta legislativa buscaba introducir responsabilidad administrativa y multas de 289 a 1.737 euros por ultraje público hacia los valores de la familia. De acuerdo con sus impulsores, la ley debería limitar también las expresiones públicas LGTB. Sin embargo, la mayoría de los parlamentarios se negaron incluso a votar la propuesta y ésta se retiró de la agenda.