La Cámara de los Lores de Reino Unido aprobó ayer una nueva ley sobre los poderes de investigación que amplía las competencias de los poderes de vigilancia, solo falta la aprobación de la Reina. Uno de las cuestiones más controvertidas es el requerimiento a los proveedores de servicios de comunicación y operadores de telefonía móvil de recopilar y almacenar los datos de los usuarios durante 12 meses y proporcionar acceso a las agencias del gobierno. Las organizaciones de libertades civiles llevan luchando contra este proyecto de ley desde que se presentó por primera vez, hace más de un año.