El Servicio Especial de Investigaciones estaba grabando las conversaciones telefónicas de 17 periodistas del Baltic News Service. Un juez del Tribunal del distrito de Vilnius permitió los servicios secretos llevaron a cabo escuchas a periodistas de casi todos los departamentos de BNS excepto deportes. Según BNS, tal abuso procesal podría poner fuentes confidenciales en peligro, infringido sin fundamento la privacidad de sus empleados. "Las escuchas a periodistas seriamente viola la libertad de prensa y es totalmente inaceptable en una democracia que sigue el estado de derecho," declaró BNS.