Esta reforma puede suponer un cambio histórico del modo en que la Unión Europea trata los procedimientos de asilo. Para la elaboración de esta versión actualizada del Reglamento de Dublín, la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo ha tenido en cuenta distintos aspectos del Reglamento de Dublín (Dublín III), y ha actuado positivamente para poder resolver los muchos problemas que han surgido en estos años con la numerosa entrada de refugiados.
Qué va a cambiar
Esta Regulación mejora muchos aspectos de Dublín III. Para empezar, el país de entrada no tendrá que tramitar las solicitudes de asilo; se establecen distintos criterios para decidir qué país se encargará de ello. Por primera vez se tendrán en cuenta los lazos familiares, y no solo la familia nuclear, sino que se ampliará el concepto de familia y se podrán incluir a otros familiares.
Otro importante cambio es que se tendrán en cuenta los lazos entre el solicitante de asilo y el país europeo, como estancias previas en dicho país o haber estado escolarizado allí. Quienes puedan demostrar estos vínculos podrán solicitar ser trasladados a ese país en particular. Cuando no se puedan aplicar estos criterios, los solicitantes de asilo podrán escoger entre cuatro países. A él o a ella se les asignará alguno de estos países mediante un sistema (llamado sistema de cuotas) mucho más justo para estos solicitantes de asilo dentro de la Unión Europea. Asimismo, se introduce también un sistema de mecenazgo.
Siguientes pasos
Tras la votación de la Comisión (43 a favor y 16 en contra), el Consejo Europeo deberá aprobar el nuevo reglamento. Este paso es fundamental. De hecho, los miembros del Consejo Europeo son los jefes de Estado o de Gobierno de los 28 Estados miembros de la UE, y sus posturas sobre este asunto difieren entre sí. Se espera que no supriman completamente los esfuerzos de la Comisión y que mantengan las mejoras de la propuesta del nuevo Reglamento de Dublín.