Al unirte a esta causa, nos ayudarás a incentivar a la Unión Europea (UE) y sus gobiernos a abandonar sus políticas represivas ante el uso del cannabis para adoptar unas políticas más tolerantes y respetuosas de derechos humanos a la hora de consumir la planta.
La Iniciativa de Ciudadanos Europeas (ICE) es una gran innovación del Tratado de Lisboa que permite a ciudadanos de la UE hacer un llamado directamente a la Comisión Europea para pasar un proyecto de ley, si se consigue el apoyo de un millón de ciudadanos. La campaña “Weed Like to Talk” o “Nos Gustaría Hablar”, lanzado por tres estudiantes universitarios franceses este año tiene el objetivo de reunir un millón de firmas de al menos siete países de la UE reivindicando una política común entablada hacia un mercado regularizado y legal del cáñamo. Uno de ellos, el parisino Pierre Balas, estudiante de posgrado de Asuntos Europeos, dice que no existe una agenda política o comercial detrás de la campaña. Son simplemente estudiantes hartos de políticas inefectivas y que quisieran explorar las herramientas innovadoras de la democracia directa. El éxito de la campaña no conllevará automáticamente a la legalización, pero la Comisión Europea se encontrará jurídicamente obligada a tomar acciones transparentes en relación a las políticas sobre el cáñamo.
Esta iniciativa de base llega justo a tiempo.
El cannabis es de lejos el narcótico más popular dentro de la Unión Europea. Estimaciones oficiales indican que más de 23 millones de personas fumaron marihuana en el 2012. Muchas de estas personas residen en países donde el uso o el cultivo para uso personal es un delito, sancionado con encarcelación o una multa. Recursos valiosos de autoridades legales pertinentes quedan destinados a la persecución e encarcelación de infractores no violentos.
Semejante alboroto hacia el uso de una planta que no ocasiona los riesgos de salud que conllevan el uso del alcohol o el tabaco. No se ha registrado parámetros para una dosis letal. Fumar marihuana puede conllevar a bronquitis pero no causa cáncer del pulmón ni cirrosis del hígado. Si el propósito de la prohibición ha sido proteger a la juventud, entonces se puede considerar un fracaso absoluto. Algunos investigadores incluso alegan que algunos adolescentes obtienen marihuana con mayor facilidad que el tabaco.
La ilegalidad del cannabis genera un gran mercado negro, que no está regularizado por gobiernos, y por ende, se encuentra libre de impuestos. Se estima que unas 2.500 toneladas de marihuana fueron consumidas en el 2012, con un valor real que rondan en los billones de euros. Esto representa grandes ingresos para criminales que no pagan impuestos ni piden identificación. En el mercado negro no existe la protección al consumidor, ni controles de calidad, ni derechos para el trabajador. El alarmante crecimiento en la tendencia de usar sustitos legales de la marihuana (los llamados “subidones legales”) también es impulsada por dicha prohibición.
La prohibición del cáñamo y la marihuana es, en toda medida, una política fallida. No inhibe su uso por jóvenes. A pesar del crecimiento de incautaciones policiales de marihuana, el precio en la calle no ha sufrido cambios importantes en las últimas décadas, es decir, su disponibilidad se ha mantenido o crecido. Si los mercados estuviesen regulados, generarían suficientes ingresos para invertir en sanidad y educación pública. Le permitiría a gobiernos regular el mercado y regular la disponibilidad, asegurando calidad y regularizando su producción. Liberaría recursos policiales para lidiar con el crimen organizado.
¿Un cambio de la legislación conllevaría un incremento en el uso de la marihuana? Quizás un mayor porcentaje de adultos experimentarían con la marihuana, pero eso no significa que el numero de usuarios se dispararía. El uso de la marihuana no ha visto una incremento significativo en los Países Bajos, el único país europeo donde se le permite a mayores de edad comprar el producto en cafés especializados. El éxito de las políticas con el tabaco demuestran que hay formas más efectivas diferentes a la criminalización. El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco provee un buen ejemplo de cómo contener y reducir el uso de una substancia legal a través de políticas de salud pública inteligentes sin recurrir al encarcelamiento.
Desafortunadamente, los gobiernos de la UE han preferido ignorar sus méritos y siguen desperdiciando el dinero de los contribuyentes con políticas punitivas. Algunos países en el Nuevo Mundo están a leguas de nosotros. Ahora que el gobierno federal estadounidense la ha dado el visto bueno a la legalización de la marihuana en Colorado y Washington, muchos otros estados seguirán el mismo camino. Uruguay se ha convertido en el primer país en crear tiendas sancionadas por el gobierno para vender marihuana a adultos. El consenso internacional respecto a la prohibición se esta menguando por todo el mundo mientras la Asamblea General de la ONU sobre las drogas en el 2016 podría conllevar a un cambio de paradigma. Pero el cambio no llegará si esperamos otro momento u otra persona. Se llegó la hora de que ciudadanos impulsen un cambio de planteamiento de las políticas contra narcóticas y abrir el debate sobre alternativas a la prohibición.
SE PARTE DEL CAMBIO – ¡FIRMA LA PETICION!
Peter Sarosi – Director del Programa Narcótico de la Unión para las Libertades Civiles Húngara