Un tren a ninguna parte
El nacional checheno, de 34 años, tomó un tren en Bielorrusia a principios de junio rumbo a Terespol, en la frontera polaca, donde tenía intención de solicitar asilo. Es un viaje que conoce bien: lo ha hecho ya 27 veces, y en todas le han denegado el asilo en Polonia.
Si sus intentos de entrar en Polonia acaban fracasando, teme ser devuelto a Rusia, donde alega que las autoridades lo detuvieron ilegalmente y lo torturaron.
Sentencia de última hora
Teniendo en cuenta sus últimos intentos de asilo, abogados de derechos humanos polacos presentaron una solicitud de emergencia al TEDH para bloquear cualquier intento de las autoridades polacas de devolverlo a Bielorrusia.
El tribunal respondió en cuestión de horas, ordenando que no se le devolviera sumariamente - una decisión que la Guardia de Fronteras tenía la obligación legal de cumplir
La medida cautelar se concedió sobre la base de que el regreso del extranjero a Bielorrusia podría posiblemente conducir a su deportación a Rusia y su posterior exposición a tratos inhumanos y degradantes. La decisión bloqueaba cualquier intento de deportación hasta por lo menos el 22 de junio.
El TEDH también pidió al gobierno polaco que respondiera a varias cuestiones respecto al procedimiento interno para aceptar las solicitudes de asilo
Abogada ignorada
La abogada chechena de solicitantes de asilo, Sylwia Gregorczyk-Abram, se presentó en el punto de Terespol a primea horas del día de su llegada para notificar a las autoridades que iba a llegar y solicitar su admisión de conformidad con la sentencia provisional de la Tribunal de Estrasburgo.
Al llegar a la comisaría de la frontera, el hombre fue registradoe interrogado acerca de quien le había ayudado a redactar sus documentos de asilo. Le preguntaron cómo había encontrado a su abogada y cuánto la estaba pagando.
Le requisaron una copia de la sentencia provisional del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que encontraron en su poder, le metieron en un tren y devolvieron a Bielorrusia a las 11:25 esa misma mañana.
Abuso de poder
La actuación de los guardias de frontera contraviene directamente la resolución del TEDH y constituyen una violación del artículo 34 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (admisibilidad de las solicitudes individuales).
Este tipo de actuaciones constituye otro ejemplo de la práctica de las autoridades polacas de denegar las solicitudes de protección internacional presentadas por extranjeros y de devolverles a Bielorrusia, contradiciendo el derecho internacional.
El comportamiento de los guardias de fronteras de Terespol también puede constituir un abuso de poder de un funcionario público, un delito clasificado en el artículo 231 del Código penal polaco.
El Consejo de Abogados
de Varsovia, la Helsinki Foundation for Human Rights y la Asociación
para la Intervención Jurídica han emitido una declaración conjunta al respecto.