Cuarenta personas viven en un “hospital” en Přerov en condiciones parecidas a las de las workhouses victorianas. Cuentan con solo una ducha, están malnutridos y solo tienen una persona para cuidar de ellos. “La mayoría son personas discapacitadas que no pueden caminar y tienen dificultades para orientarse en el espacio y el tiempo”, dijo el senador Jitka Seitlová. También comentó que la existencia de este hospital es un resultado del fracaso de las instituciones del Estado. El director del hospital se defiende, y dice que cubre un agujero en el sistema social actual.