A eso de las 22:30 el 19 de abril de este año, A.T. y tres de sus amigos estaban esperando en una parada de autobús en Sofía cuando un grupo de hombres en el trolebús que se acercaba comenzaron a imitar sonidos de mono y gritar, "¡Atrapen a la negra!" y " ¡Nos bajamos!". A.T. y sus amigos fueron atacados a puños y patadas. Los asaltantes llevaban chaquetas negras, pantalones ajustados y botas estilo militar y sus cabezas casi completamente rapadas. Escaparon inmediatamente después del asalto montándose al siguiente trasporte que paso. Además de heridas y contusiones en la frente, nariz, cintura, brazo derecho y la rodilla, A.T. sufrió un hematoma en la pierna derecha. También sufrió moretones en los párpados, la boca y su brazo izquierdo. A.T. padecía de dolor, era incapaz de moverse y quedó con cicatrices en su rostro. El ataque no solo le ocasionó lesiones sino también un profundo trauma emocional.
Según la información proporcionada por el investigador del caso, los cargos registrados son por vandalismo y lesiones corporales leves , aunque los hechos indican claramente un motivo racista - la mujer atacada es una persona de color y la apariencia de los asaltantes pertenece al código de vestimenta de cabezas rapada, mientras arrojaron insultos y gestos racistas.
Aun no queda claro cuáles fueron sus motivos (si eran gamberros o racistas) según el fiscal y el contenido del acuerdo. Esto es importante en el contexto de un auge drástico de ataques racistas, xenófobos y homófobos y del discurso odioso en Bulgaria. Las acciones de los fiscales tienen la capacidad de prevenir o alentar crímenes de odio y la incitación al odio.
La víctima no cuenta con medios legales para impugnar el acuerdo, pese a que es probable que se reduzca el castigo de los atacantes. Ahora falta la aprobación de un juez del acuerdo para que pueda entrar en vigor. El programa Legal de la Comisión de Helsinki búlgara (CSF) se ha encargado de la representación legal de A.T..
BHC le recuerda a todo el mundo que en el 2013, así como en los últimos meses, el debate público se ha saturado con discursos odiosos, racistas y xenófobos. Además, ha habido un aumento en el número de casos de violencia racista, documentado en el informe anual de la Comisión búlgara del Comité de Helsinki para los derechos humanos en Bulgaria en el 2013.
La aplicación de la ley responsable es una herramienta importante para la prevención de crímenes de odio y la incitación al odio. En marzo de este año, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló en contra de Bulgaria por el asalto a una persona de origen sudanés por "cabezas rapadas" que no se investigó.
Muchos casos de violencia por motivos raciales fueron registrados en los medios de comunicación en el 2013, como el ataque a un joven de origen romaní en el centro de Sofía, llevado a cabo por "cabezas rapadas"; el ataque a un joven nigeriano en Sofía en el transporte público de la ciudad; el ataque a un chico de 17 años sirio, apuñalado con un cuchillo cerca de un campamento de refugiados; el ataque a una mujer procedente de Camerún, llevado a cabo durante el día en una parada de autobús; el ataque a un joven búlgaro de color que fue golpeado por tres personas en un tranvía; el ataque a dos sirios y un libanés palestino por un numeroso grupo de hombres, armados con una arma fría; la paliza a un joven de Malí, y no olvidemos el ataque a un joven, un turco étnico, que fue confundido con un refugiado y golpeado por cinco hombres con cadenas de hierro en el centro de Sofía.