En virtud de este nuevo proyecto de ley, los diputados húngaros podrían verse totalmente privados de su derecho a acceder a las instituciones públicas para supervisar el cumplimiento de las obligaciones del servicio público.
La enmienda es consecuencia de una serie de incidentes y de las críticas de la oposición al partido gobernante, Fidesz, por su abuso de poder, que el presidente del Parlamento calificó de "perturbadoras". Recientemente, un diputado sacó una pancarta que rezaba "Tiene que mentir porque ha robado demasiado", justo debajo de la tribuna desde donde Viktor Orbán pronuciaba su discurso. El incidente acabó de forma bastante ridícula y cómica, con el primer ministro húngaro inclinado sobre la barandilla tratando de arrebatar el cartel.
Las visitas de los diputados a las instituciones públicas marcaban una diferencia para la ciudadanía
Además de la prohibición de entrar en la Cámara, los diputados que participen en tales acciones podrían ser penalizados con la suspensión de su salario durante hasta seis meses.
En respuesta a la propuesta presentada por Fidesz, Hungarian Civil Liberties Union [Unión Húngara por las Libertades Civiles] ha recogido algunos casos en su blog, en los que cuenta por qué es importante que los diputados tengan acceso a las instituciones públicas para poder controlar personalmente la legalidad del ejercicio del poder.
Bernadett Szél, una diputada independiente, visitó el el Hogar Infantil en Fót, que alberga a niños criados bajo la tutela del Estado. Debido a que se había roto la caldera, la temperatura en la casa era de 5 o 6 grados, un problema que solo se solucionó después de que Szél lo denunciara en el sitio web de su comunidad.
También fue Bernadett Szél quien entró repetidamente en las zonas de tránsito a lo largo de la frontera serbohúngara y denunció que el hambre afecta diariamente a los solicitantes de asilo, entre ellos, muchos niños, algunos de los cuales se encontraban gravemente enfermos.
El incidente más grave se produjo cuando unos manifestantes marcharon hasta la sede de los medios de comunicación públicos en un suburbio de Budapest. Ejerciendo su derecho a entrar en las instituciones públicas, algunos diputados de la oposición se unieron a estos y entraron en el edificio para tratar de garantizar que su petición se transmitiera tanto en la televisión como en la radio. Sin embargo, los guardias de seguridad lo impidieron, expulsando a los diputados de forma violenta.
En virtud de la enmienda recientemente propuesta, a partir de ahora, los diputados solo podrán solicitar información a los directores de las instituciones públicas, previa consulta.
Hasta ahora, los diputados podían controlar el recuento de votos durante las elecciones dentro de las instalaciones de la Oficina Nacional Electoral. Este proyecto de ley eliminaría este derecho.