Los intentos de silenciar a los medios de comunicación eslovenos por parte de los gobiernos de Hungría y Croacia muestran lo vulnerables que son los periodistas que cubren asuntos políticos controvertidos de otros países de la UE. Asimismo ilustran las distintas formas de abordar de la libertad de prensa de los gobiernos de estos tres países vecinos.
El embajador húngaro pide al
ministerio esloveno que bloquee las críticas a Orban
El 22 de marzo, Mladina, un semanario conocido por sus portadas icónicas con ilustraciones críticas y satíricas, publicó un artículo en portada sobre el papel de los miembros eslovenos del Partido Popular Europeo en evitar la expulsión del partido de Orban, Fidesz, de la agrupación política. La ilustración representaba a Viktor Orban haciendo un saludo nazi rodeado de los políticos del SDS, partido de derechas esloveno en la oposición. El título decía "Renunciamos a Europa, pero no a Orban". Mladina nunca ha temido a las autoridades, ni siquiera durante la era comunista, pero este reportaje hizo que el embajador húngaro en Eslovenia tratara de silenciar a la agencia.
La Embajada de Hungría en Liubliana reaccionó enviando una nota diplomática al Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Eslovenia protestando "por la cobertura políticamente irresponsable del semanario Mladina" y "solicitando la actuación del estimado Ministerio para evitar que ocurran incidentes similares en el futuro".
El Ministerio de Asuntos Exteriores
responde que respeta rigurosamente la libertad de prensa
El Ministerio de Asuntos Exteriores esloveno rechazó la petición del embajador húngaro y respondió que "respetan rigurosamente la libertad de expresión y de prensa, y ni interfieren ni evalúan la política editorial de los medios de comunicación eslovenos". Pero Hungría continuó ejerciendo presión. El 1 de abril, un portavoz del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács, atacó a Mladina en su blog. Al mismo tiempo, Mladina y sus periodistas no han cesado de recibir ataques de los medios de comunicación eslovenos pertenecientes a SDS y de otros previamente pertenecientes a inversores húngaros del círculo íntimo de Viktor Orban y que ahora están en manos del Estado húngaro a través de la Fundación Centroeuropea de Prensa y Medios de Comunicación.
Croacia también intenta silenciar a los medios de comunicación eslovenos
Otro intento de silenciar a los medios de comunicación eslovenos se produjo unas semanas más tarde en otro país vecino. El 8 de abril, el canal de televisión comercial más visto de Eslovenia, POP TV, informó que el gobierno croata había utilizado a un intermediario para intentar impedir que el portal de noticias del canal revelara que la agencia de inteligencia croata, SOA, había interceptado llamadas telefónicas entre un juez esloveno y un agente en un arbitraje sobre fronteras en 2015. El portal de noticias del canal, 24ur.com, publicó una grabación de audio de la conversación en la que se probaba el intento de silenciamiento.
El gobierno califica la interferencia de inaceptable
El gobierno esloveno reaccionó convocando una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional, y el Ministro de Asuntos Exteriores declaró que "la injerencia y la presión de países extranjeros sobre los medios de comunicación eslovenos era inaceptable". También declaró que "Eslovenia sería inflexible en su defensa de la libertad de expresión".
El gobierno croata y la agencia de inteligencia rechazaron los informes sobre sus intentos de influir en los medios de comunicación eslovenos, mientras el Sindicato de Periodistas Croatas declaró que el mismo intermediario, afín al gobierno croata, había intentado también silenciar a los medios de comunicación en Croacia.
La Asociación Eslovena de Periodistas expresó su indignación por la presión ejercida sobre los periodistas eslovenos por los gobiernos de los países vecinos, conocidos por sus violaciones de la libertad de prensa. Han expresado asimismo su preocupación por la falta de conocimiento y de respeto de la libertad de prensa y del periodismo independiente en los Estados miembros de la UE