Una ley que permite la creación de un repositorio en el que se conserven registros visuales y de audio realizados por diversos órganos, permitiría que el Estado húngaro generara un perfil completo de cualquiera. HCLU dice que, gracias al acceso del Estado a una base de datos de registros de cámaras (transporte público, bancos, etc.) prácticamente sabría todo sobre los hábitos de los ciudadanos. La recolección secreta de información es una vulneración particularmente grave de la privacidad, pues las víctimas suelen desconocerla y por lo tanto tienen poca capacidad de hacer valer sus derechos.