Cada uno de los 6.102 profesores de religión de la diócesis de Milán ha recibido una carta privada en la cual se les pidió identificar cuales colegas suyos hablan de homosexualidad en sus enseñanza, o cualquier proyecto que conozcan que trate temas de género. La Curia insistió que sólo deseaba tener una mejor comprensión de lo que sucede en el campo de la enseñanza de religión, pero la letra parece sugerir que los eruditos deben ser defendidos de la falsa idea de que no hay diferencia entre las relaciones heterosexuales y las homosexuales.