El indicador anual sobre la situación de la infancia en Países Bajos elaborado por Defence for Children y UNICEF Países Bajos muestra avances, pero la ayuda a niños y niñas vulnerables sigue siendo insuficiente.
"Aunque el tercer consejo de ministros del Primer Ministro Rutte presta atención a los niños y niñas en su acuerdo de coalición, hacen falta esfuerzos mayores, en diferentes terrenos: desde el maltrato infantil hasta la atención a los jóvenes, el derecho penal de menores, la migración y la explotación", sostuvo Suzanne Laslo, directora de UNICEF Países Bajos, al comentar el Informe sobre los Derechos de la Infancia 2018, publicado el 19 de junio en La Haya.
Aloys van Rest, director de Defense for Children, declaró: “Todos los niños y niñas tienen los mismos derechos. No puede ser que en un país próspero como Países Bajos se dejen de lado los derechos de diferentes grupos de niños y niñas".
Maltrato infantil
Cada año, 119.000 niños y niñas son víctimas de maltrato infantil en Países Bajos. El ministro de salud, bienestar y deportes, Paul Blokhuis, ha declarado que abordar el maltrato infantil es una prioridad absoluta.
Es un paso importante, pero hace falta mucho más para prevenir tanto como sea posible el maltrato y para ofrecer la ayuda conveniente a las víctimas. Entre las medidas posibles está incrementar la gestión nacional del problema, la capacidad y la calidad de la atención.
Atención a los jóvenes
No todos los niños y jóvenes tienen acceso adecuado a la atención a la que tienen derecho. Para hacerlo posible, deben formularse demandas nacionales en relación con la atención juvenil.
Por otro lado, las y los niños y adolescentes deben poder solicitar prestaciones sociales independientemente de sus familias y los intereses de las y los menores deben estar en el centro de los programas contra la pobreza y el endeudamiento.
Derecho penal de menores
En lo que respecta a los menores de edad acusados de algún delito, Países Bajos aún no cumple la Convención de Naciones Unidos sobre los Derechos del Niño. Los menores a veces tienen que esperar un año para la intervención de los jueces o para que lleguen opciones alternativas de castigo.
Además, se guarda por defecto material ADN de las y los menores y se les sigue juzgando como adultos en las causas penales.
No obstante, también vemos avances: el número de niños y niñas detenidos por la policía y que deben quedarse en comisaría se ha reducido considerablemente, de más de 7.000 en 2016 a cerca de 5.000 en 2017.
El número de interrogatorios policiales lleva años reduciéndose, al igual que el número de niños y niñas encerrados en una institución judicial para menores: solo la mitad que hace cinco años.
Migración
Defense for Children y UNICEF Países Bajos están preocupados por la cantidad de asuntos alarmantes que han salido a la luz en la investigación en el terreno de la migración: en 2017, por ejemplo, no se concedió ningún permiso de residencia a menores no acompañados que no pueden volver a su país de origen.
Los criterios de la política de "responsabilidad propia" son demasiado estrictos: el año pasado, se deportó a cuarenta niños y niñas a Afganistán, diez de los cuales eran menores no acompañados. Y esto a pesar de que el país en los últimos años se ha vuelto mucho más peligroso. Esta no es más que una pequeña selección de los alarmantes resultados de la investigación.
Explotación
Desde 2012, 150 agentes de policía especializados han estado trabajando sobre pornografía infantil y turismo sexual infantil. A pesar de que el número de denuncias de pornografía infantil ha aumentado un 800 %, no se ha añadido ningún detective a la tarea.
El número de niños y niñas que desaparecen de centros de asilo es también elevado, ascendiendo el año pasado a 400. Hay que detener esto. Es preciso desarrollar una perspectiva que implique a todo el gobierno para ofrecer un apoyo de más calidad para los menores extranjeros víctimas del tráfico de personas y para impedir la explotación de la infancia por parte de grupos de delincuentes.
El Caribe neerlandés
Nuevamente no existen cifras que devuelvan una imagen completa de la situación de los derechos de la infancia en las Antillas holandesas y Aruba, la región del Caribe que pertenece a Países Bajos. No hay datos sobre atención a los jóvenes, protección de la infancia y rehabilitación juvenil. Lo mismo sucede con las cifras de la migración y de la explotación.
El desarrollo de un sistema de registro informativo con el que poder hacer seguimiento del bienestar de niños y niñas en las islas debería convertirse en una prioridad para el gobierno neerlandés.