Garantizar que las personas presas mantengan el contacto con sus familias es clave para su rehabilitación, y especialmente importante cuando se trata de niños y niñas y de su desarrollo psicológico y personal. Sin embargo, para mantener estos vínculos, las familias deben afrontar una serie de obstáculos durante las visitas a la cárcel, como los horarios impuestos, los costes del viaje y las condiciones de visita.
LDH encuesta al entorno de los presos
La Liga belga de Derechos Humanos (LDH) ha estudiado esta situación para identificar y comprender mejor los problemas a los que se enfrentan las personas presas y sus familias. Estos incluyen cómo son recibidos y tratados por la administración de la prisión, el tipo de contacto que pueden tener con sus seres queridos, y los costes del viaje y otros gastos. LDH envió una encuesta a las familias, con el objetivo de recopilar información que ayude a evaluar la situación actual.
Las preguntas
¿Qué es exactamente lo que tienen que afrontar los visitantes cuando entran en las instalaciones carcelarias? ¿Qué trato reciben por parte de la administración de la prisión durante las visitas? ¿Cómo se organizan las visitas? ¿Con qué frecuencia se producen? Estas son algunas de las preguntas que el informe trata de responder. En concreto, queríamos conocer más a fondo el derecho de acceso de las familias a las instalaciones penitenciarias y evaluar las condiciones de acogida durante las visitas.
LDH publica un informe
Tras un análisis jurídico de la situación, LDH acaba de publicar un informe en el que se presenta el punto de vista de los amigos y familiares de los presos. El informe concluye con una serie de recomendaciones cuyo objetivo es movilizar a los actores relevantes (actores políticos, administración, medios de comunicación, asociaciones y ONG) para que mejoren las condiciones de las personas presas y de aquellos que se preocupan por ellas desde fuera.