Las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos, colectivo ciudadano de Madrid que realiza una labor de monitoreo de las acciones de la policía, presentó recientemente su III Informe, relativo al período 2012-2014. Durante este período las observadoras han podido constatar y documentar que las identificaciones por perfil étnico persisten y las medidas tomadas por el Gobierno para erradicar, según decían, estas prácticas discriminatorias, ilegales y arbitrarias, han resultado ser un mero papel mojado.
Debe destacarse que el informe pone además de manifiesto un aspecto muy preocupante: el hostigamiento, por medio de represalias como multas o imputaciones penales, que la Delegación de Gobierno está emprendiendo contra las activistas de este colectivo. Por lo tanto, además de vulnerar las libertades de expresión y reunión de las activistas, las autoridades españolas están poniendo trabas a una labor de observación que tiene como finalidad única y exclusivamente que los agentes de la policía no discriminen y respeten la legalidad en sus actuaciones.