El gobierno Renzi anunció a principios de enero de 2016 la despenalización de la inmigración irregular. Sin embargo, el Gobierno ha vuelto a retrasar la derogación del delito, a pesar del hecho de que debería constituir claramente una prioridad dada la actual crisis migratoria.
La ley que criminaliza la inmigración irregular fue adoptada en 2009 por el gobierno de Berlusconi a iniciativa del ministro del Interior Angelino Alfano.
La ley esencialmente estipula que un migrante en situación irregular en Italia se convierte en un delincuente y debe ser multado y expulsado del país. Esto es parte del "paquete de seguridad" que siguió a una serie de medidas restrictivas contra migrantes y refugiados.
Una ley inútil y peligrosa
Sin embargo, como vemos después de varios años de puesta en práctica, esta ley es inútil para Italia y peligrosa para los migrantes. La ley es superflua porque no ha reducido la inmigración o la inmigración irregular, dado que esta última es parte integrante del proceso de inmigración.
Por otra parte, no ha aumentado la expulsión de migrantes. Los jueces en realidad no aplican la ley porque colapsaría jos juzgados italianos y las multas excesivas no serían pagadas.
Hay una gran injusticia con esta ley que castiga a una persona solo sobre la base de su nacionalidad. Los migrantes son privados de libertad de circulación al ser encerrados en centros de detención y expulsados a la fuerza.
Esta ley también pone a los migrantes en peligro. Al no estar en situación legal, están obligados a trabajar en negro, cobrando una remuneración mínima y amenazados por la explotación. Esa situación conduce a una vida de ilegalidad y divide a nuestra sociedad.
Además, la ley establece que cualquier persona que ayude a un migrante a entrar en Italia debe ser multada o encarcelada. Esta disposición lleva a situaciones perversas en las que a los italianos se les prohíbe realmente ayudar a los migrantes.
Es hora de cambiar la ley
Así que, ¿por qué sigue vigente esta ley discriminatoria y peligrosa? Hasta los políticos han reconocido que es perjudicial e inútil.
Persiste únicamente por razones políticas: Alfano y Renzi afirman que el Gobierno no quiere mandar un mensaje equivocado en lo que a seguridad se refiere y tampoco quiere inducir a los migrantes a acudir a Italia.
Sin embargo, es hora de reformar la ley. Los migrantes que huyen de la guerra y la violencia no deben ser castigados; deben ser acompañados y protegidos.