Dos casos de policías que destruyen material de prensa en una protesta contra el TTIP son los últimos de una tendencia preocupante de la actuación policial contra la libertad de expresión.
"Sucios izquierdistas"
El primer caso hace referencia a las desventuras del equipo de ZIN TV, una televisión vía web para la participación ciudadana en los eventos culturales, educativos e informativos, durante la manifestación contra el TTIP del pasado 15 de octubre.
La policía obligó a un cámara a borrar todo lo que había grabado ese día. Según ZIN TV, algunas de estas imágenes mostraban "la humillación infligida por la policía a los manifestantes que son percibidos como "parados" y "sucios izquierdistas" sin nada mejor que hacer que molestar a la población.
Asimismo, según el comunicado, "los comentarios despectivos del mando de la policía que estaba a cargo de las detenciones" y "las amenazas con un bote de gas lacrimógeno contra los manifestantes" estaban también registradas en el material destruido.
Detención injustificada de un periodista
El segundo caso hace referencia a un periodista italiano perteneciente a la Fotoreporter Professionisti Associati. Fue a cubrir el evento festivo y estaba cerca cuando se produjo la intervención de la policía.
Habiendo realizado su trabajo, decidió abandonar el lugar en vez de involucrarse más, pero fue detenido a dos manzanas del lugar por tres agentes que le pidieron que se identificara. Aunque el periodista les dijo era periodista y les mostró su carnet de prensa, los agentes se llevaron la tarjeta de memoria de su cámara.
Luego le metieron en una furgoneta policial sin darle razón alguna para su arresto y fue llevado a la comisaría central de Bruselas-Ixelles. Permaneció allí 36 horas - cinco de las cuales las pasó en la fría intemperie del patio - y fue puesto en libertad solo después de que el consulado italiano y un parlamentario europeo italiano confirmaran su condición de periodista.
La policía no le dio ninguna explicación para su detención.
Tenemos derecho a grabar a la policía
La Liga Belga de Derechos Humanos (LDH) ve en estos dos casos, y en los testimonios que recibe en el sitio del Observatorio sobre la violencia policial, que estos no son, lamentablemente, incidentes aislados. El sitio web ha recibido varios informes que muestran que la policía rechaza, impide e incluso denuncia a ciudadanos que intentan filmar una intervención policial. La desventura del ex juez de paz Ene Nolf el pasado enero es un ejemplo entre muchos.
Este comportamiento ilegal parece afectar ahora también a los miembros de la prensa. En este sentido, es importante señalar que, apropiándose de la tarjeta de memoria de la cámara de un periodista, la policía viola tanto el derecho de los periodistas a proteger las fuentes de información y el artículo 10 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que protege la libertad de expresión y la libertad de prensa.
Así, pues, la LDH considera que es importante recordar a los ciudadanos y periodistas - con o sin una tarjeta de prensa - una cita del libro What are your rights when you face the police [Cuáles son tus derechos ante la policía] de Mathieu Beys:
"No hay una prohibición general en contra de tomar fotos o filmar las acciones de la policía. Es legítimo que los ciudadanos y los periodistas filmen o fotografíen intervenciones de la policía, ya sea para informar o reunir pruebas de la secuencia de los acontecimientos. [...] Ser fotografiados o filmados durante sus intervenciones no es una vergüenza para un policía ansioso por respetar la ética profesional".
Según el Comité europeo para la democracia mediante el derecho (la "Comisión de Venecia"):
"A los participantes y terceras personas no puede impedírseles sacar fotos o filmar las operaciones policiales y cualquier petición de entrega a la policía de películas o imágenes almacenadas digitalmente debe ser antes aprobada por un tribunal".
Incautando equipos sin razón válida o eliminando imágenes, los policías cometieron un robo y actuaron como delincuentes.
Petición de investigación
La Liga de Derechos Humanos exige una investigación seria e independiente sobre las alegaciones de ZIN TV y el periodista italiano y que los responsables sean identificados y, si se confirman los hechos, sancionado.
El hecho de que el Ministro del Interior, Ene Jambon (NV-A), afirme que está considerando la prohibición de sacar fotografías de los agentes de policía ante la preocupación por su seguridad es una señal peligrosa para la democracia. La prohibición de la filmación privada o la toma de fotografías de la policía por parte de manifestantes que no han cometido ningún delito sería un retorno a la censura y un grave ataque a la libertad de expresión.