Más de 25 años después de la introducción del régimen especial de prisiones para el crimen organizado en Italia, por primera vez, una circular de la Administración Penitenciaria lo regula en detalle, con el objetivo de que (finalmente) esté sujeto de forma más homogénea al régimen 41 bis. La nueva circular regula cada aspecto de la vida en prisión de estos detenidos especiales, desde el uso de la televisión al acceso a libros o recibir visitas familiares. Aunque es un paso importante para garantizar una regulación más justa, falta mucho para garantizar la humanidad del sistema penitenciario.