El Tribunal Europeo de derechos humanos dictaminó que Italia violó el artículo 3 (el uso de la tortura y tratos inhumanos y degradantes) de la Convención sobre los derechos humanos cuando un hombre arrestado, entre el momento de su detención y su llegada a las instalaciones de detención, sostuvo dos costillas rotas y otras lesiones. El Tribunal otorgó a la víctima 15.000 euros en concepto de daños y amonestó a las autoridades italianas por no investigar adecuadamente sus heridas.