Además del tráfico de personas, el Fiscal General de Catania ha afirmado que la Guardia Costera de Zauiya está implicada en el robo y el contrabando de petróleo, una actividad que ocasiona a Libia pérdidas de 750 millones de dólares al año. Naciones Unidas ha impuesto sanciones contra seis traficantes, entre los que se encuentran Al Bija y Mohammed Koshlaf, mencionados en este artículo.
A pesar de ello, Libia sigue disfrutando de una estrecha relación con Italia, en tanto que ambos países siguen siendo aliados en la lucha contra la inmigración irregular.
El Temeteron
El petrolero Temeteron es un navío espectacular: de 110 metros de eslora y con una capacidad de 4.600 toneladas. En 2016, el Temeteron pasaba con frecuencia por la costa libia, en sus viajes constantes desde el Mar Mediterráneo al Puerto de Odesa (Ukrania) o a otros puertos rusos del Mar Negro.
El 28 de junio de 2016, el Temeteron fue interceptado por la Guardia Costera de Zauiya justo antes de abandonar las aguas territoriales libias, que se extienden 12 millas náuticas desde las costas libias. A partir de esta interceptación, los investigadores Mark Micallef y Tuesday Reitano empezaron a referirse a esta Guardia como la "Guardia Costera Refinera de Zauiya".
De acuerdo con la investigación de Reintano y Micallef, la Guardia Costera que interviene en Zauiya, a bordo de dos barcos, interceptó a 5.707 migrantes de los 10.989 detenidos en total por la Guardia de Costas Libia entre enero y junio de 2017.
El 28 de junio de 2016, la Guardia Costera de Zauiya empujó al Temeteron hacia el puerto de Trípoli, donde tanto el petrolero como su tripulación quedaron bajo control de la Marina libia. Al día siguiente, durante la conferencia de prensa, el portavoz de la Marina libia, Ayoub Qasim, afirmó que se habían encontrado a bordo del petrolero 5.227 toneladas de gasoil de contrabando, robadas de la refinería de Zauiya.
La tripulación del Temeteron (cinco ukranianos, tres rusos y un griego) fue detenida y estuvo encerrada en cárceles libias hasta el 2 de marzo de 2017. Barcos como el Temeteron a los que se acusa de llevar un cargamento ilícito pasan con frecuencia por la costa de Zauiya. Sin embargo, las autoridades locales rara vez llevan a cabo controles.
El motivo es sencillo: la Guarda Costera de la ciudad forma parte de una organización que se dedica al contrabando de gasoil. De acuerdo con los informes de las Naciones Unidas, la Guardia Costera también está implicada en el tráfico de personas. Los migrantes y el gasoil, junto con el petróleo en crudo, son de los pocos "productos de exportación" libios. Controlar estos mercados, de hecho, significa controlar las exportaciones del país.
Una refinería protegida por la Guardia Costera
La Refinería de Petróleo de Zauiya es una refinería de propiedad estatal puesta en marcha en 1974. Es la mayor refinería de Libia, con una capacidad máxima de 120.000 barriles de crudo al día. Está controlada por la Compañía Petrolera Nacional (NOC, por sus siglas en inglés), la empresa de propiedad estatal que gestiona el gas y el petróleo.
La NOC es la única autoridad en Libia que puede emitir permisos para la exportación de productos libios. Desde mayo de 2014, Mustafá Sanalla ha estado al frente de la NOC. El 18 de abril de 2014, durante una conferencia en Ginebra sobre el robo de petróleo y combustible, Sanalla afirmó que Libia pierde 750 millones de dólares al año: de acuerdo con sus declaraciones, "se roba" el 30-40 % de petróleo refinado y en crudo importado o producido por Libia.
En otras palabras, se exporta sin una autorización válida de la NOC y, por lo tanto, la compañía estatal libia no puede recaudar impuestos de esta comercialización. Por lo tanto, los únicos que se benefician de esta transacción son los delincuentes que pertenecen al cartel que saca petróleo refinado y en crudo de Libia. Los compradores, que pagan por estos productos un tercio de media de su precio de mercado, son principalmente italianos, españoles, tunecinos, turcos y rusos.
La mafia libia de los Koshlafs y al-Bija
El incidente del Temeteron forma parte de la investigación sobre "Petróleo Sucio" del Fiscal General de Catania. La investigación determinó el porcentaje de productos libios que acaban en refinerías italianas y concluyó con la detención de siete personas. La investigación reveló que para ocultar los cargamentos de contrabando, los traficantes falsifican certificados de origen y les ponen sellos falsos de la NOC,
Estos documentos permiten a los traficantes descargar los productos en cualquier refinería europea. Daphne Caruana Galicia, una periodista maltesa asesinada con un coche bomba el 16 de octubre, había descubierto este negocio de contrabando en su isla: Malta es el lugar donde se realiza la mayor parte de este proceso de falsificación.
El centro de periodismo de investigación IRPI continuó con su trabajo después de su muerte, investigando a las personas implicadas en este negocio en Malta. La investigación del IRPI fue publicada en el marco del Proyecto Daphne, un proyecto de periodismo colectivo creado para dar seguimiento a lo que la periodista asesinada había descubierto o anticipado.
Una de las pistas de investigación lleva de Malta a Libia. Una parte de la organización delictiva fue detenida durante la investigación Petróleo Sucio y se encuentra actualmente en Libia, pero muchos miembros del grupo libio siguen en libertad. Por lo menos, durante todo el curso de 2016-2017, su organización se encontraba entre las más poderosas de los 150 kilómetros de línea de costa que va desde la frontera con Túnez hasta Zuwara.
Walid Koshlaf y Mohammed Koshlaf (llamado al-Qasseb) son los líderes de la organización. El Washington Post y Middle East Eye acusaron a uno de sus lugartenientes, Abdurahman al-Milad, llamado al-Bija, de ser el dirigente de la Guardia Costera, a cuyos miembros el gobierno italiano paga y forma para detener a inmigrantes.
Tal y como afirma el informe de Naciones Unidas de 1 de junio de 2017, al-Bija y otros guardacostas "están directamente implicados en el hundimiento de barcos de inmigrantes utilizando armas de fuego". El informe de Naciones Unidas también afirma que Mohammed Koshlaf "abrió un centro de detención para migrantes rudimentario" en la refinería de Zauiya (en este informe de Amnistía, puede verse una foto de satélite del centro en la página 28). Algunos migrantes "rescatados" por al-Bija son llevados al centro de detención de Koshlaf.
En diciembre de 2016, la misión de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, publicaron un informe que detallaba la lista de vulneraciones de derechos humanos llevadas a cabo en los centros de detención libios para migrantes, entro otros, el de Zauiya. Unicef relata que es necesario pagar algún tipo de rescate a los guardias de prisiones (es decir, a los paramilitares) para salir de estos centros.
¿Por qué se interceptó al Temeteron?
Antes del 28 de junio de 2016, el Temeteron, que había practicado el contrabando durante mucho tiempo (de cigarrillos en 2004 y luego de gasoil en 2015, por lo cual fue detenido en Grecia), nunca había sido interceptado por Libia. ¿Qué era diferente aquel día? La respuesta tiene que ver con Fahmi Ben Khalifa, el hombre que gestionaba los lotes de gasoil de contrabando que se dirigían primero a Malta y luego a Italia.
Ben Khalifa hacía negocios con dos hombres malteses, Darren y Gordon Debono (que no son familia) y un siciliano ligado a la Cosa Nostra, Orazio Romeo. Este último ha estado en la cárcel desde agosto de 2017. A diferencia de la rama libia de la organización, el cartel internacional no tiene vínculos de clan: contrabandistas y proveedores están solo unidos por el beneficio.
Cuando la relación entre Darren y Gordon empeoró, Darren y Ben Khalifa intentaron hacerse con el control del Temeteron, que tiene un tamaño parecido a los petroleros que suele utilizar Gordon. Pero su tentativa fracasó y Gordon logró comprar el barco.
Por lo tanto, el tráfico de gasoil y el tráfico de migrantes son dos caras de la misma moneda. Si la lucha contra los traficantes quiere también crear estabilidad en Libia, tal y como ha declarado en diversas intervenciones públicas el ministro de interior, Marco Minniti, entonces, es preciso revisar la estrategia.
Italia ha legitimado la existencia de esta Guardia Costera y ha permitido que se beneficie tanto del tráfico de gasoil como del tráfico de personas. Así, los investigadores acaban deteniendo a miembros del mismo cartel con el que Ministerio de Interior italiano ha firmado un acuerdo de colaboración.