Tras décadas de espera, Italia finalmente ha introducido el delito de tortura en su código penal. Sin embargo, la definición penal proporcionada por la nueva ley es muy deficiente, tanto, que muchos han pedido que se rechace el proyecto de ley, pues consideran que es mejor no tener una ley, que disponer de una tan mala. A pesar de ello, hoy es un día de celebración, aunque sea agridulce. Hemos esperando mucho tiempo y hoy, por fin, se da un (primer) paso adelante.