Si ha estado siguiendo las noticias, quizá hayas percibido que en los últimos años, la política en Europa ha dado un giro hacia la extrema derecha. A los partidos populistas autoritarios les ha ido mejor en las elecciones, por ejemplo en Francia, Países Bajos, Alemania, Italia y Austria. En algunos casos se han unido a las coaliciones gobernantes, en otros se les ha dado tan bien que han obtenido una mayoría, como en Hungría y Polonia.
Estos partidos llegan al poder gracias a campañas de miedo, en las que culpabilizan de los problemas políticos, económicos y sociales a chivos expiatorios como los migrantes, las personas LGBTI, las feministas y las minorías étnicas. Una vez en el poder, tratan de hacerse con los tribunales, para dificultar que los jueces protejan nuestros derechos. Intentan apoderarse o presionar a los medios de comunicación para difundir su propaganda, mientras atacan a las organizaciones de derechos humanos y pro democracia para estrangular la crítica.
Liberties fue la primera organización que publicó una investigación que explicaba las tácticas principales que utilizan los gobiernos europeos para silenciar a los activistas: desde campañas de difamación del gobierno, a ahogar a las organizaciones en burocracia y regulaciones, o recortar y bloquear la financiación. Hace dos años, Liberties propuso que la UE apoyara a las organizaciones de derechos humanos y democracia dentro de Europa de la misma forma que lo hace fuera de Europa mediante la creación de un nuevo fondo.
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Desde entonces, nuestra idea se ha vuelto cada vez más popular. Así que publicamos una nueva investigación que explicaba en detalle cómo podría ser este nuevo fondo, que hemos llamado el Instrumento de Valores Europeos. La idea ha sido respaldada por cientos de organizaciones de derechos humanos y pro democracia, por la ONU y por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. Y a finales de abril una gran mayoría de eurodiputados del Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que se pedía a la Comisión Europea que creara el Instrumento de Valores Europeos.
Ahora la pelota está en el tejado de la Comisión Europea. La Comisión ha declarado que quiere dedicar más dinero a apoyar a las organizaciones de derechos y democracia en la UE. El 30 de mayo, publicará su propuesta para un nuevo programa de financiación, el Programa de Justicia, Derechos y Valores. Pero no está nada claro qué es lo que realmente quiere hacer. Las señales indican que hará caso omiso del Parlamento Europeo y tan solo realizará pequeños cambios sobre las normas existentes. Esto es inaceptable por dos razones. En primer lugar, porque no será suficiente para apoyar a las organizaciones que luchan por las libertades civiles para que mantengan la democracia viva y saludable en toda Europa. En segundo lugar, el Parlamento Europeo es la única institución de la UE elegida directamente por los ciudadanos europeos. La UE no puede pretender defender la democracia al tiempo que margina a la institución con las credenciales democráticas más sólidas.