En una reunión especial del Consejo de Ministros, Theo Francken, secretario de Estado belga de Asilo y Migración, anunció que quería, bajo el pretexto de combatir el terrorismo y la delincuencia, construir 3 nuevos centros de detención de migrantes, y así duplicar la capacidad de detención del país en 2021. Esta decisión sigue la misma línea represiva que le lleva a aumentar el número de desalojos y ampliar el período de detención administrativa. Según la Liga de Derechos Humanos, la detención administrativa constituye una violación de los derechos fundamentales y de la dignidad humana.