La Policía de la capital de Alemania, Berlín, hace a menudo un uso indebido de la información de su base de datos interna, POLIKS. El diario Morgenpost sacó a la luz el caso de un policía que utilizó durante años la base de datos para espiar a sus vecinos. Aunque el caso no era excepcional, el jefe de la oficina de prensa de la Policía de Berlín admitió que estaban al tanto de otros casos. Sin embargo, no se puede acceder a las estadísticas sobre el uso indebido de las bases de datos. Este mal uso es posible porque Alemania no tiene un sistema para prevenir este tipo de abusos.