Tras los ataques islamistas radicales en París, la Unión europea intensificará su lucha contra el terrorismo. Los jefes de Estado y de gobierno quieren por encima de todo reforzar y modernizar las fronteras exteriores de la zona Schengen. Abogan por controles sistemáticos y coordinados de individuos que suponen una amenaza potencial y quieren introducir “de urgencia” un registro de nombres de pasajeros (PNR). Preocupado por la privacidad de los ciudadanos, el Parlamento europeo se ha opuesto durante años al PNR, pero dejó la puerta abierta al mismo la pasada semana.