"No vamos a financiar la construcción de vallas o barreras en las fronteras externas", afirmó un portavoz de la CE. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, pidió la semana pasada que la UE pague la mitad de los 800 millones de euros que el gobierno húngaro ha gastado en la valla de su frontera sur. La CE le habló al Gobierno húngaro de solidaridad y dado que este se niega a acoger a los solicitantes de asilo, le señaló: "La solidaridad es una vía bidireccional y todos los Estados miembros deben estar dispuestos a contribuir. Esto no es un menú a la carta donde eliges un plato".