Solo han pasado unos meses desde el cierre de la frontera francesa en Ventimiglia, pero la decisión ya ha causado 12 accidentes mortales: personas que se han ahogado, han sido atropelladas, se han caído y han sido electrocutadas mientras intentaban cruzar la frontera. De la misma forma, en Como, los migrantes siguen intentando cruzar la inaccesible frontera con Suiza, hiriéndose o perdiendo la vida. ¿Cuándo nos daremos cuenta de una vez que debemos proteger las vidas humanas y no las fronteras?