Miles de personas sordas se han manifestado recientemente en Roma reclamando el reconocimiento oficial del lenguaje de señas italiano. El LIS (Lingua Italiana dei Segni) no está considerado formalmente como un idioma de Italia, resultando en la inhibición de su enseñanza en las escuelas de manera oficial y la falta de intérpretes en oficinas públicas, cárceles u hospitales, entre otras cosas. Proyectos de ley para reconocer el idioma están pendientes de ser aprobados en ambas cámaras del Parlamento.