En la política de la ley y el orden, es fácil que los políticos hablen firmemente sobre el crimen mientras emiten promesas vacías a víctimas. La triste realidad es que los sucesivos gobiernos británicos han prestado muy poca atención a las necesidades de las víctimas, dejadas a su suerte después de que sus vidas hayan sido devastadas por las acciones de otros. Así que no es de extrañar que el anuncio del Gobierno británico de una nueva "Ley de víctimas" haya sido bien recibida por algunos, pero con cautela por otros. Hasta que conozcamos los detalles, no podemos saber qué incluirá este proyecto de ley, y si va a ser suficiente. Como dijo la Comisaria de Víctimas, la baronesa Newlove: "una nueva ley no puede ser utilizada como una solución rápida".
El Reino Unido ya protege los derechos de las víctimas
Lo que sí sabemos es que no será la primera vez que los derechos de las víctimas son protegidos por legislación en el Reino Unido. La Ley de derechos humanos ("Human Rights Act") ya ha otorgado derechos, dignidad y una voz a numerosas víctimas que de lo contrario habrían quedado completamente desamparadas por la ley. La Ley de derechos humanos concedió a la familia de Naomi Bryant el derecho a participar en una investigación independiente y eficaz tras su muerte a manos de un delincuente sexual convicto en 2005. La ley de derechos humanos concedió a Patience Asuquo el derecho a que la policía investigue su maltrato y su condición de esclava impuesta por su supuesto “empleador” y el derecho a una indemnización cuando se determinó que no hubo investigación como tal. A principios de este año, la Ley de derechos humanos permitió que una madre evitara que un hombre condenado por abusar sexualmente a una de sus hijas usase sus derechos de autor para mantener fotografías de sus hijos.
El gran impacto de la Ley de Derechos Humanos
Estos son sólo algunos ejemplos del trabajo que hace Liberty. El verdadero impacto de la Ley de derechos humanos para con los derechos de las víctimas ha sido enorme y todavía sigue siendo ignorado por un Gobierno aparentemente comprometido a hacer de las víctimas una prioridad. Quien realmente se preocupa por apoyar a víctimas de crímenes devastadores–víctimas de trata, explotación sexual de menores y la violencia doméstica, por ejemplo – debe comprender que para muchas de las víctimas, la Ley de los derechos humanos es la ley que más necesitan.