La mendicidad se despenalizó en Bélgica en 1993. Desde entonces, los mendigos no han sido considerados delincuentes, sino más bien como personas necesitadas de asistencia social. En 1997, el Consejo de Estado decidió que un municipio no podría prohibir la mendicidad en nombre del orden y la paz pública.
Sin embargo, en los últimos años se han visto intentos de algunos municipios de adoptar regulaciones vinculantes que, en la práctica, hacen que el pedir limosna sea ilegal. Su objetivo es claro: en vez de luchar contra la pobreza, cazan a los más pobres.
Burlando la ley
La Liga de Derechos Humanos (LDH) y Solidarity Labor Struggles (LST) consideran que la ciudad de Namur, al adoptar el decreto sobre "Normas generales para la mendicidad en el territorio de la ciudad de Namur" del 26 de junio, también intenta eludir la ley del Consejo de Estado de una manera vulgar y cínica. De hecho, la ciudad ahora prohíbe la mendicidad dentro de los límites del centro de la ciudad pero permite, bajo condiciones muy restrictivas, pedir limosna en las zonas donde no hay absolutamente ninguna utilidad en mendigar debido a la baja proporción de potenciales donantes.
El 29 de agosto LDH y LST iniciaron un procedimiento para la suspensión y la anulación de este Decreto ante el Consejo de Estado a fin de que anulen esta burla a la ley.
Luchar contra la pobreza, no contra los pobres
Como otras hicieron anteriormente - Antwerp, Gante, Charleroi, Verviers y Lieja – la ciudad de Namur está intentando introducir medidas punitivas bajo el pretexto de luchar contra la perturbación del orden público. Estas medidas regresivas identifican a los mendigos como una "molestia social" de manera indigna e injusta. Confunden – incluso intencionalmente – cuestiones de seguridad y orden público con cuestiones cosméticas y son promulgadas para proteger a los consumidores y los turistas de la creciente pobreza que es vista como una escoria en las ciudades.
No se lucha contra la pobreza por agrediendo a los más pobres. Algunos municipios parecen tener la desafortunada tendencia a olvidar esto.