En marzo, dos jóvenes de Kaunas, Lituania, amenzaron a una mujer embarazada e insultaron a su marido, un ciudadano irlandés de origen indio, con todo tipo de insultos e instándole a que volviera a su casa. El Tribunal de Distrito de Kaunas consideró que los hechos constituían una alteración del orden público. Pero más adelante, el Tribunal Regional de Kaunas dictaminó que se trataba de un delito de odio, pues los agresores se burlaron del hombre y querían humillarlo específicamente debido a su raza.