El reciente intento de endurecer los delitos graves en Lituania también llevó a introducir penas más duras simplemente por compartir pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes.
¿Vender = compartir con amigos?
Esto tuvo lugar tras la aprobación de la enmiendas al Código Penal que eliminaban la posibilidad de la suspensión de sentencias por delitos graves. A pesar de que las enmiendas supuestamente pretendían combatir los delitos de corrupción, la distribución de pequeñas cantidades de droga también está tipificado como delito grave en Lituania.
Según el Código Penal de la República de Lituania, la distribución de pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes se castiga con una pena de prisión de 2 a 8 años, y la distribución de grandes cantidades, con una pena de prisión de 8 a 10 años.
La ley no hace distinción entre la distribución para obtener ganancias y el compartir una droga con un grupo de amigos. De este modo, compartir una pequeña cantidad de cannabis es técnicamente un delito grave. Puesto que las enmiendas eliminan la posibilidad de suspender las sentencias, los tribunales en dichos casos se verían obligados a imponer condenas de prisión.
La posesión de sustancias estupefacientes también va contra la ley en Lituania: tener una pequeña cantidad de sustancias estupefacientes para uso personal se castiga con una multa, detención o hasta dos años de cárcel. Anteriormente la posesión también conllevaba sanciones administrativas, pero esta medida se suprimió en 2017.
Medidas draconianas
Las enmiendas mencionadas han recibido múltiples críticas. "Estas leyes están destrozando la vida de muchas personas. La prevención es perfectamente posible sin necesidad de utilizar estas medidas draconianas", dijo el juez A. Cininas, quien está en contra de las enmiendas.
Además señaló que no hay diferenciación en el castigo, ni en la distribución ni en la transferencia. Los adolescentes que importan una pequeña cantidad de drogas son acusados de tráfico ilegal, lo que conlleva una pena de cárcel de 3 a 10 años.
En casos como estos, los fiscales y los jueces normalmente no piden penas de privación de libertad. Tras estas reformas, todavía será posible la suspensión de las penas, pero dependerá de la discreción judicial para aplicar excepciones e imponer sentencias más indulgentes.
Los políticos liberales ya han registrado enmiendas para diferenciar las penas, así como para despenalizar la posesión de sustancias estupefacientes y el uso compartido entre amigos. Según A. Armonaitė, el diputado que presentó estas enmiendas, las penas actuales son desproporcionadas y poco razonables. En cambio, en casos como estos, se deberían aplicar sanciones menos duras (amonestaciones y multas administrativas).
El ministro de Sanidad de Lituania también está a favor de esta propuesta.
El dirigente del Partido de los Agricultores está en contra de atenuar las penas
Entretanto, el presidente de la Unión de Campesinos y Verdes Lituanos cree que los políticos deberían seguir el principio de tolerancia cero con las drogas. También se opone a cambiar la ley para suavizar las penas de distribución y consumición de pequeñas cantidades de drogas.
En 2016 y a comienzos de este año, Liberties escribió sobre las manifestaciones frente al Parlamento lituano, donde cientos de activistas expresaron su apoyo a la legalización del cannabis.