El Grupo de Trabajo Nacional para el VIH/SIDA (GTNV), que celebró su reunión constitutiva en diciembre, ya ha elaborado un programa de política nacional para el VIH/SIDA. Ahora contamos con métodos de prevención eficaces e innovadores para detener la propagación del VIH, si así quisiéramos.
La declaración titular se hizo durante la reunión constitutiva de GTNV por un oficial de la Secretaría Nacional de Sanidad para describir la trayectoria de los datos relacionados con la enfermedad en Hungría. En este caso, la punta del iceberg representa los datos oficialmente registrados, refiriéndose al número de infectados con VIH y las muertes relacionadas. Durante mucho tiempo, estas cifras servían como base para que expertos y funcionarios de Sanidad describieran la situación de VIH en Hungría como favorable: el número de casos es bajo y los pocos pacientes infectados se atienden según la normativa europea. Además, el tratamiento médico es de libre acceso para todo paciente asegurado.
Atormentados por el pasado – "El SIDA es un asesino"
Las campañas de prevención a finales de los años ochenta y principios de los 90 generaron algo de conocimiento y conciencia sobre el VIH/SIDA en la sociedad húngara. Desafortunadamente, los programas de prevención temprana utilizan la amenaza como herramienta, lo cual resultó en una asociación generalizada entre el VIH y la muerte que perdura. Al haberse centrado en grupos más afectados por la enfermedad, como por ejemplo la comunidad homosexual, estas primeras campañas aumentaron el estigma para los conformantes de dichos grupos que ya eran vulnerables de por si, mientras que se desarrollaba una sensación de falsa seguridad entre la población general.
Durante muchos años, a pesar de algunas excepciones, los programas de prevención, que contaban con escasos fondos, fueron implementados por organizaciones civiles que trabajan con grupos calificados particularmente expuestos a los peligros relacionados con el VIH, según la categorización clásica. Solamente los día 1 de diciembre, día internacional del SIDA, se exponía al resto de la población a la información sobre VIH. Valga la aclaración, aun en ese contexto, los informes que representaban a "los hombres homosexuales y bisexuales" como los únicos grupos de riesgo del VIH abundaban, calmando cualquier preocupación entre la mayoría de la gente.
El escaso conocimiento acerca del VIH/SIDA disponible para la sociedad se basaba en información obsoleta.
Una década de política “avestruz”
La aparición de medicación efectiva a mediados de los 90 tuvo un efecto aún más contundente sobre la reducción de interés social y de salud en materia del VIH. El lento aumento en el número de casos, que llegaría a representar un aumento anual de entre 30% y 40% para la segunda mitad de la década pasada, siguió ignorada por líderes y algunos expertos por igual. Se permitían descuidar estos desarrollos gracias a la inclusión en informes de noticias sobre la rápida y exacerbada expansión de la enfermedad en el África y en las repúblicas soviéticas, percibido como alejada de la realidad de Hungría. Esta actitud permitía esencialmente la percepción de que no había nada de qué preocuparse, que solo ocurrían 60/70 nuevos casos al año, y como tal no existía ningún crecimiento significativo.
Aunque se han establecido acuerdos para cumplir con la meta de mantener una situación estable, el Estado y los gobiernos sucesivos fueron menguando las políticas la prevención de VIH. En primera instancia, como en la percepción del Gobierno no ocurría nada, dejó que el Cuerpo de Coordinación Nacional funcione como servidor proxy. Al finalizar la primera estrategia nacional contra el SIDA, no se desarrolló una nueva. Y por último, tras suprimir al Comité Nacional para el SIDA al Gobierno "se le olvidó" anunciar una licitación para campañas de prevención del VIH para organizaciones civiles en 2012. Esto dejó a la juventud totalmente indefensa. Una investigación realizada por el Instituto Nacional de Desarrollo de Salud destaca que a pesar de que cada vez son sexualmente activos a edades más tempranas, la juventud desconoce las realidades del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
La punta de iceberg
Finalmente, la amenaza que muchos profesionales y (especialmente) las organizaciones civiles utilizaban a forma de fomentar el "miedo" (dicen los funcionarios de salud) se convirtió en realidad: tras un período de aumento constante, el número de nuevos casos se duplicó en cinco años. Nuevos casos de infecciones de VIH superaron los 200 en 2012. Peor aún, también se duplicó el número de contracciones del SIDA. La infección de VIH permaneció latente durante varios años, incluso décadas, sin causar ningún síntoma típico. Sin la medicación apropiada el VIH resulta, necesariamente, en SIDA que desemboca en síntomas típicos como graves infecciones o tumores. En esta etapa, el creciente número y porcentaje relativamente alto de pacientes diagnosticados con SIDA en comparación con la tasa de infecciones por el VIH indica que hay un número significativo de personas en desconocimiento de su serología VIH.
Todos sabemos que el trágico destino del Titanic no fue causado por el porcentaje del iceberg que surgía de la superficie del agua, sino por la mole de hielo invisible oculta por las olas. Por desgracia, incluso según estimaciones más optimistas, la parte crítica de la enfermedad por VIH Húngaro comprende el 50-60% de casos sin diagnosticar y desconocidos por profesionales médicos. La literatura profesional internacional sigue reportando desde hace muchos años que en Europa occidental, donde la tasa de casos sin diagnosticar es sólo el 20%, un porcentaje significativo de las nuevas infecciones – 3 de cada 4 casos – son a causa de personas con VIH que no saben que corre por sus venas. En el caso de quienes son diagnosticados con tiempo, la carga viral de los pacientes de VIH se puede tratar con éxito bajándola a un nivel casi imperceptible, eliminando su capacidad de infección. Por lo contrario, las personas con VIH sin diagnosticar, especialmente aquellos en las etapas tempranas de la infección, tienen una carga viral millonaria, implicando un riesgo significativo incluso en casos de sexo oral, que por lo contrario se considera relativamente segura.
Diagnóstico temprano y tratamiento óptimo – soluciones para combatir la enfermedad
Así que tenemos un "iceberg", la parte visible del cual ha crecido en años recientes, mientras que nadie sabe qué tan "masivo" es el porcentaje fuera de vista, debajo de la superficie del agua. El programa de políticas recientemente desarrollado es mucho más moderno y progresista que su predecesor, la Estrategia Nacional Contra el SIDA. Incluye métodos de prevención y técnicas de prueba, aplicadas con éxito en el extranjero, que, por razones incomprensibles, hasta el momento han sido ignoradas por profesionales. Existen pruebas de diagnóstico rápidas, con una precisión del 99.9%, que arrojan diagnósticos en 15 minutos, incluso a través de la saliva. Pero estos métodos no se usan en instituciones sanitarias húngaras y departamentos de pruebas. Sin embargo, de vez en cuando se encuentran pruebas rápidas, por ejemplo en el Festival de la Isla. Pero la práctica más común a base de procesos médicos laboriosos, implican un tiempo de espera para obtener resultados de hasta varias semanas.
Además de frenar el desarrollo del SIDA y asegurar una vida larga y llena para personas con VIH, el tratamiento antirretroviral (ARV) también disminuye significativamente el riesgo de transmisión del VIH. Un proyecto de investigación, que apoya recomendaciones suizas emitidas en el 2008, demostró una efectividad del 96%. Desde entonces, en la práctica, se ha demostrado que personas con SIDA cuya carga viral está por debajo del nivel calculable no pueden infectar a alguien cuando se mantienen relaciones sexuales. (Los datos equivalentes para el uso del preservativo rondan el 85%). Sin embargo, los ARV rara vez son mencionados como un tratamiento preventivo (TP) en Hungría. Los ARV pueden ser utilizados no sólo por personas con VIH, sino también por aquellos expuestos al riesgo de infección como una especie de profilaxis pos exposición (PPE). Aunque su eficacia puede alcanzar el 100%, según el tiempo transcurrido desde la infección potencial, en Hungría el TP está a la disposición únicamente de empleados de salud que han sufrido un accidente que puede resultar en una vulnerabilidad infecciosa. La profilaxis pre-exposición (PrEP), es decir, el uso de la terapia ARV en prevención, solo recientemente se comienza a conocer en Hungría, mientras que en Estados Unidos sus costos ya son cubiertos por seguros médicos. Según estudios de iPreX y contrario a la opinión pública, este tratamiento con una efectividad del 99%, no es utilizado por personas que tienen una vida sexual de alto riesgo, sino por parejas con diferentes estatus de VIH y empleados de departamentos de cirugía de trauma.
La implementación de estos métodos de prevención innovadores no es simplemente una cuestión de dinero. El uso de pruebas rápidas y PPE/PrEP o la expansión del tratamiento preventivo requiere un cambio de actitudes y de participación en la concienciación tanto por empleados de salud como profesionales de la prevención. La difusión continua de información y sensibilización para toda la población - especialmente para miembros de grupos vulnerables - también son indispensables.
Así que ahora tenemos un ambicioso proyecto de políticas; lo que queda por verse es si atraerá voluntad política y apoyo profesional, y si los recursos humanos y financieros adecuados estarán disponibles para su implementación. De lo contrario, compartiremos el mismo destino que el insumergible Titanic.