31 de marzo de 2015. Era el plazo legal para el cierre tan esperado de los hospitales psiquiátricos judiciales italianos (OPGs), estructuras de barbarie que el ex presidente Giorgio Napolitano definió como un "horror extremo, inconcebible en cualquier país civilizado". Han pasado casi 6 meses y 230 pacientes con enfermedades mentales siguen detenidos en los 5 OPGs aún en funcionamiento. Antígone se suma al llamamiento por el cierre de los OPGs: las regiones que no lo lleven a cabo deben ser puestas bajo administración obligatoria para asegurar el cierre inmediato de los OPGs.