Un grupo de padres de jóvenes que fueron a Siria sostienen que el gobierno neerlandés podría y debería haber hecho más para retener a sus hijos en los Países Bajos. Por tal motivo han emprendido un procedimiento contra el Estado y el Departamento Nacional de Investigación Criminal. Los padres habían informado a la policía, al ayuntamiento y a otras autoridades acerca de los planes de sus hijos de unirse al yihadismo. Tras la notificación, dichas autoridades debían haberles retirado inmediatamente sus pasaportes o haberles detenido, dicen, pero esto no sucedió. Algunos, murieron en Siria.