En la mañana del 17 de agosto de 2016, cuando los pasajeros abordaban el vuelo 371 de Brussels Airlines de Bruselas a Duala y Yaundé, Camerún, fueron testigos de una escena impactante: dos policías policía forzaban a un hombre, atado de pies y manos y doblado sobre sí mismo a sentarse en el avión.
El hombre luchaba y gritaba y parecía estar al borde de la asfixia.
Los pasajeros se levantan
Cuando escucharon las llamadas de socorro de este hombre, al que estaban deportando a Camerún, la mayoría de los pasajeros no pudo evitar reaccionar contra lo que estaba sucediendo. Se negaron a tomar sus asientos, y expresaron verbal y pacíficamente su indignación ante una deportación tan violento.
Como respuesta a las quejas de los pasajeros, el capitán ordenó a los agentes de policía que detuvieron la deportación. La policía siguió la orden y desembarcó del avión con el detenido. Pocos minutos después, aparecieron varios agentes de policía y nombraron arbitrariamente a seis personas como los "líderes" de la protesta.
Estas seis personas fueron detenidas y llevadas a una comisaría. Cuando finalmente se las liberó, tras 24 horas de custodia, se vieron obligadas a comprar un nuevo billete de avión a Camerún con su propio dinero.
Estos pasajeros (tres franceses y tres ciudadanos de Camerún) ahora están siendo procesados por "perturbar gravemente el tráfico aéreo". Algunos de ellos solo hacían escala en el aeropuerto de Bruselas. Ahora deben comparecer ante el Tribunal Penal de Bruselas el 31 de mayo de 2017.
El Estado muestra los dientes
El gobierno belga ha decidido seguir adelante con los cargos contra estas personas, cuya única acción fue responder con compasión a la angustia de otro ser humano.
Los procedimientos judiciales que a los que se enfrentan están relacionados con las declaraciones del secretario de Estado de Asilo e Inmigración, Theo Francken, que señaló que está dispuesto a "mostrar sus dientes" a cualquier ciudadano indignado por la violencia de tales deportaciones.
En 2016, incluso acogió con satisfacción la condena de una señora que se había resistido a una orden de expulsión, y dijo que la Agencia de Extranjería presentaría sistemáticamente denuncias y se sumaría a los procedimientos como parte civil en esos casos.
Porque creemos que frente a la violencia del Estado, el silencio no es aceptable, y porque nos oponemos firmemente a la estrategia de Theo Francken, que pretende criminalizar la solidaridad civil, la Liga Belga de Derechos Humanos, junto con varias otras organizaciones convoca a una manifestación en apoyo a los "Seis héroes" el 31 de mayo, día de la audiencia.