Según el Índice de Empoderamiento Cívico, tras un leve crecimiento en los últimos 2 años, los niveles de empoderamiento civil en Lituania cayeron al nivel de la crisis de 2008-2009, con un porcentaje de 34 puntos sobre 100. Más de la mitad de los lituanos piensa que quienes participan en actividades cívicas pueden sufrir por ello: ser sospechosos de actuar para beneficio propio, recibir ataques verbales o perder su puesto de trabajo. Los residentes también se mostraron escépticos sobre el impacto de las organizaciones civiles y las personas "normales" en el proceso de toma de decisiones.