El apoyo al principio de la democracia en los Países Bajos es sólido, al igual que en otros países europeos. Un noventa y tres por ciento de los ciudadanos holandeses consideran la democracia como la mejor forma de gobierno para su país, y al 95 por ciento les parece importante vivir en un país que se rige por un gobierno democrático. En el primer semestre de este año, el 73 por ciento de la población dio una calificación de "suficiente" al funcionamiento de la democracia en los Países Bajos.
Muchos neerlandeses asocian la democracia sobre todo con la libertad (libertad de expresión; libertad de hacer lo que a uno le plazca y un país libre) y con la capacidad de tomar decisiones, como el derecho a votar en elecciones libres para decidir la representación. Cuando se trata de juzgar la democracia holandesa, se muestran más positivos acerca de las libertades y la protección de los derechos en los Países Bajos que sobre la democracia como procedimiento de toma de decisiones.
Insatisfechos con la política
Los ciudadanos están menos satisfechos con la política que con la democracia. Las personas se muestran insatisfechas sobre todo con la práctica política. La investigación muestra que los políticos no escuchan a la gente común, que hacen lo que quieren, que solo se centran en sus propios intereses, o que hablan demasiado y hacen demasiado poco.
"Uno puede votar lo que quiera, pero en el fondo todo está decidido de antemano", dijo una mujer de 31 años de edad que participó en la investigación. Calificó con un suspenso el funcionamiento de la democracia holandesa. "Lo que estas señoras y señores quieren que pase, al final pasa".
"La democracia como forma de gobierno trabaja muy bien, pero por desgracia es que los políticos que hacen un lío de ella", dijo un hombre de 30 años de edad, quien lo graduó con una A.
Los ciudadanos quieren ejercer mayor influencia
Los ciudadanos quieren ejercer mayor influencia y tener una mayor participación. Un cincuenta y cinco por ciento piensa que los alcaldes deben ser elegidos directamente. Creen los ciudadanos deben tener una mayor participación en las políticas y piensan que el referéndum es un método adecuado de la toma de decisiones sobre los asuntos más importantes.
Cuando las personas se enfrentan a la alternativa de elegir entre tantos referéndums como sea posible, o que sean los políticos los que tomen las decisiones, una mayoría relativa (del 45%) prefiere la representación a que haya tantos referendos como sea posible. Un veintidós por ciento afirma que prefieren referendos a la representación. Asimismo, no todo el mundo es tan dado a sumarse a la política activamente. Por otra parte, albergan dudas acerca de las competencias democráticas de sus conciudadanos. Se verifica un escaso apoyo a un sistema en el que las decisiones sean tomadas por los empresarios o por expertos independientes.
Puede leer el estudio completo aquí (en neerlandés). Para ver un resumen en inglés, pulse aquí.