Más de 30 grupos e individualidades importantes que trabajan en el terreno de los derechos humanos, los derechos de la infancia, los derechos de las mujeres y los derechos LGTBI han condenado el esperado dictamen del Tribunal Constitucional búlgaro emitido el 27 de julio, que declara que la Convención del Consejo de Europa para la prevención y la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, conocida como la Convención de Estambul, no es compatible con la Constitución búlgara.
Estos grupos han declarado ya el dictamen como la "peor decisión" judicial hasta la fecha.
Definir el género
La decisión, tomada con 8 votos contra 4,constituye un grave golpe contra los derechos humanos en Bulgaria y contra la integridad de la magistratura búlgara. El Tribunal Constitucional sostuvo que el término "género", utilizado en la Convención de Estambul, da lugar a equívocos e introduce un concepto que es incompatible con la idea de "sexo" que aparece en la constitución. El tribunal ratificó su visión de que el "sexo" es un concepto binario, con dos opciones rígidamente fijas: masculino o femenino.
Rechazó la definición que hace la convención de los "géneros" como roles, comportamientos y actividades construidos socialmente, afirmando que tal concepción desdibujaría la línea entre los dos sexos biológicos.
De esta manera, sorprendentemente, el tribunal declaró que "si la sociedad pierde la habilidad de distinguir entre hombre y mujer, luchar contra la violencia contra las mujeres se convertirá en un compromiso formal, pero imposible de llevar a cabo".
La Constitución búlgara, dictaminó el tribunal, entiende los roles sociales como algo derivado del sexo biológico, defendiendo que las nociones de "madre", "dar a luz" y crianza son inherentemente femeninas. Difunde en esencia los mismos estereotipos de género que la Convención de Estambul pretende combatir.
El tribunal afirmó que la Convención de Estambul introduce una "ideología de género" oculta que enseña a la gente que puede elegir su identidad en contradicción con su sexo biológico. Esta expresión ha sido empleada por políticos y activistas conservadores en toda Europa para redefinir reformas en beneficio de las mujeres y de las personas LGTBI como una "imposición" de un sistema de creencias que amenaza la familia tradicional y corrompe la sociedad.
'Humillados'
El dictamen llega incluso a negar, aunque no directamente, el derecho a la protección y el reconocimiento de la identidad de las personas transgénero e intersex. Sostiene que la Convención de Estambul requeriría la introducción de un procedimiento para el cambio de los documentos legales de las personas transgénero, algo que en realidad la Convención no exige.
“El dictamen del Tribunal ha humillado a las instituciones búlgaras y a Bulgaria como miembro de la familia de la UE, basada en el respeto a los derechos humanos. Pero, sobre todo, ha humillado a las mujeres de Bulgaria. Resulta humillante para la siguiente generación de niños y niñas búlgaros, que seguirán creciendo en un país donde se tolera la violencia", dice el comunicado de las ONGs búlgaras.
Cerca de cien ciudadanos se manifestaron la noche del dictamen con la intención de exigir un compromiso por parte del gobierno actual para abordar la violencia de género en el país. A pesar de que las estadísticas revelan que cada dos semanas, una mujer muere asesinada, en la mayoría de los casos a manos de un familiar, su pareja o su ex pareja (93 %), no ha habido prácticamente ninguna movilización social en torno a la cuestión.
El proceso de ratificación de la Convención de Estambul por parte de los Estados miembro del Consejo de Europa ha ido acompañado de un cuidadoso análisis de su constitucionalidad por parte de cada uno de ellos. Hasta la fecha, ningún otro organismo judicial nacional ha descubierto los problemas y contradicciones internas señaladas por el Tribunal Constitucional búlgaro. En la actualidad, está ratificada por 32 Estados, entre los que se encuentran todos los demás países balcánicos.
Oposición de la extrema derecha
El dictamen llega después de que el parlamento solicitara la opinión del Tribunal Constitucional sobre la constitucionalidad de la convención, a raíz del clamor generalizado en el país por el lenguaje de los roles de género, que desembocó en la retirada de Bulgaria del tratado.
El grupo de extrema derecha de la coalición en el gobierno, los "Patriotas Unidos", con la sorprendente alianza del Partido Socialista Búlgaro (miembro del Partido de los Socialistas Europeos), líder de la oposición en el Parlamento, arremetió fanáticamente contra la Convención de Estambul.
Declaración completa de las ONGs en inglés y en búlgaro.
Dictamen completo del Tribunal Constitucional disponible aquí (en búlgaro).
Información sobre la violencia de género en Bulgaria:
- De acuerdo con el último informe del Comité Helsinki búlgaro, cada dos semanas, una mujer muere asesinada en Bulgaria. En el 93 % de los casos, el asesino es su ex pareja, su pareja actual o un familiar.
- El marco legislativo actual no penaliza la violencia doméstica. Tampoco penaliza la cohabitación o los matrimonios forzosos, ni la circuncisión o esterilización femenina. Por último, no existe penalización explícita del acoso ni de los abusos psicológicos.
- Faltan servicios eficientes para víctimas de violencia de género. En 2017, los tribunales emitieron cerca de 2.500 órdenes de alejamiento para víctimas de violencia doméstica. Sin embargo, Bulgaria solo cuenta con cinco centros de crisis y no puede alojar más que al 2 % de las mujeres que lo necesitan.
Recursos:
- El informe anual (2018) del Comité Helsinki de Bulgaria sobre la situación de derechos humanos en Bulgaria (véase el capítulo sobre los derechos de las mujeres)
- El estudio de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales sobre la violencia contra las mujeres (2014)
- El Informe del Índice de Igualdad de Género (2017)
- El Informe (2018) del Foro sobre Población y Desarrollo del Parlamento Europeo, que revela una estrategia global de movilización de las sociedades europeas contra los derechos humanos relativos a la sexualidad y la reproducción.
