Los médicos checos pronto podrán excluir a pacientes de su base de datos si los consideran inconvenientes, dice la Cámara Médica Checa (CMCH). Según sus representantes, los médicos deberían poder rechazar a pacientes que presentan quejas contra ellos o tengan una opinión diferente sobre su tratamiento. El cambio propuesto no es necesario, porque los médicos ya pueden, según la legislación vigente, resolver serios desacuerdos con los pacientes. Argumentar que este cambio es necesario para que los médicos puedan elegir sus pacientes es secundario - hay otra razón: intimidar a los pacientes que tienen una opinión diferente, y, no menos importante, las ganancias financieras que implican para la industria sanitaria.
En vez de castigar, que se ofrezcan opciones de tratamiento
Si un paciente no está de acuerdo con el procedimiento médico propuesto, su médico debe principalmente tratar de ofrecer un tratamiento alternativo y explicar sus ventajas e inconvenientes. Desde un punto de vista jurídico, es insostenible castigar al paciente por rechazar o no dar su consentimiento una vez informado, lo cual está garantizado por el artículo 5 del Convenio sobre la biomedicina.
Ya es posible detener el trabajar con un paciente, por ejemplo en aquellos caso en los cuales el paciente le falta el respeto al doctor en repetidas ocasiones, o si acosa a los pacientes que se encentran en la sala de espera. De la misma manera, es legalmente posible excluir a los pacientes de recibir cuidados si voluntaria y repetidamente no cumple con el tratamiento diseñado de manera individual, pero sólo si el paciente había dado su consentimiento al tratamiento inicialmente.
Pero no es posible excluir a los pacientes que están en desacuerdo con el tratamiento recomendado y los pacientes tampoco pueden ser penalizados por presentar una queja sobre el doctor. El médico puede equivocarse y una queja puede corregir el tratamiento. Pero según el CMCH, los pacientes deben ser castigados por quejarse. El Presidente del CMCH dijo que cuando un paciente presenta una queja contra un doctor, la relación de confianza entre médico y paciente se desvanece y los médicos deberían, en estos casos, tener la oportunidad de decir, "yo ya no cuidará a semejante paciente". Muchos pacientes se quejarían menos y no buscarían segundas opiniones sobre los tratamientos como resultado de los cambios propuestos - pero no por la calidad de la atención de la salud y el enfoque humano del doctor. En cambio, los pacientes actuarían con el miedo al rechazo por parte de su médico y a la pérdida de acceso a servicios sanitarios.
Advertencia contra las posibles consecuencias de los ajustes propuestos
Existe el riesgo de que los médicos abusen de su nuevo poder para deshacerse de pacientes que incomodan y casos complicados con tratamiento costoso. Por ejemplo, una persona con una enfermedad rara puede ser una carga financiera para los médicos, porque el costo del tratamiento a menudo va más allá del límite contractual de las aseguradoras de salud. En estos casos, no habría mayor dificultad para los médicos en rechazar a pacientes financieramente desventajosos citando una ruptura de confianza entre ellos. Sería más fácil para los médicos, por ejemplo, excluir a los niños cuyos padres prefieren medicina alternativa a la prescripción automática de los antibióticos y medicamentos. Al rechazar al paciente, el médico también puede afectar el derecho del paciente a los servicios de salud disponibles, porque puede que no haya otro médico en la zona.
La solución: un acuerdo, en lugar de la arbitrariedad
La solución no debería ser el empoderamiento de los médicos, per más bien un nuevo acuerdo entre el médico y el paciente. Con este nuevo conjunto de normas, lo que podría ocurrir es una absurda situación ilustrada por el siguiente ejemplo: imagina que has presentado una denuncia contra la conducta de los bomberos en tu comunidad. Debido a tus quejas, podrían negarse a apagar el fuego que consume a tu casa, mientras te dicen que debes buscar ayuda en otro lado, ya que la relación de confianza mutua ha sido perturbada.
No hay necesidad alguna de empoderar a los médicos de esta manera; sería más beneficioso y necesario buscar un entendimiento mutuo – u ofrecer otros métodos de tratamiento o resolver la situación a través del dialogo.
Este artículo responde a esta noticia emitida por un canal de televisión checo.
Kamila Holoubková, abogada de la Liga de Derechos Humanos