A pesar del hecho de que los marroquíes neerlandeses constituyen un grupo minoritario grande en los Países Bajos, no deberían ser controlados por la policía con más frecuencia. No es eficaz, no ayuda a detener a más delincuentes y es racismo. Así queda en evidencia en el nuevo corto "Mohammed investiga el uso de perfiles raciales" de Blikopeners.
A menudo la gente razona así: los 'marroquíes' son delincuentes más a menudo que la media de la población y por eso controlarles con mayor frecuencia es una estrategia eficaz. El resultado de esta forma de pensar es que los jóvenes marroquíes neerlandeses no delincuentes (93 por 100 contra el 7 por 100 de jóvenes sospechosos) están en manos de la policía a menudo. Es algo que no ha pasado desapercibido por Mohammed Anouar y sus amigos de Rotterdam. En la película, 'Mo' sale a buscar argumentos de peso contra el uso de perfiles étnicos. "En un Estado constitucional, no se puede defender que los inocentes sufran por los culpables, ¿verdad?"