La Helsinki Foundation for Human Rights ha intervenido en el caso de una mujer con discapacidad física cuyo contrato de alquiler se zanjó porque aparacaba su moto eléctrica para movilidad reducida en el hueco de la escalera, siendo éste además, el único lugar posible para guardarla. El dueño decidió que esto violaba "tremendamente el orden del edificio" y la normativa contra los incendios. En una carta a éste, la HFHR señaló que las leyes polacas e internacionales exigen el respeto de los derechos de las personas con discapacidad, tanto de las instituciones públicas como de entidades privadas.