Seis ONGs húngaras se han dirigido al comisario jefe de la Policía Nacional de Hungría en una carta solicitando la investigación de la práctica discriminatoria de multas dirigidas a la población romaní. El jefe de Policía se ha negado hasta el momento a cooperar con las ONG.
Multas desproporcionadas y extremas
Las organizaciones que enviaron la carta, incluyendo a la HCLU, continúan recibiendo quejas de los ciudadanos de origen romaní con respecto a su sometimiento a prácticas sancionadoras desproporcionadas y extremas por parte de agentes de la Policía. Casos recogidos por el Centro de Prensa Romaní han ganado publicidad recientemente.
Según las denuncias que han llegado a organizaciones de la sociedad civil, los agentes de policía han puesto como su objetivo multar explícitamente a gitanos en muchas comunidades, emitiendo dichas sanciones por faltas leves, típicamente relacionados con infracciones de tráfico y sobre todo en el transporte en bicicletas, infracciones por las que la población no gitana no suele recibir multa alguna.
Perfil étnico
Según las ONG, esta práctica constituye perfil étnico y viola el derecho a la igualdad de trato de los ciudadanos romaníes.
El jefe de la Policía dice que el perfil étnico no se usa en la imposición de multas y por lo tanto, se niega a cooperar con las ONG para la creación de un grupo de trabajo. En una carta posterior, las ONG respondieron a cada argumento, uno por uno, del jefe de la Policía que refutaban las acusaciones de multas discriminatorias.
Las ONG continúan instando al jefe de Policía a no rechazar la idea de establecer un grupo de trabajo con el fin de mejorar las prácticas sancionadoras y el respeto por el derecho a igualdad de trato. Al fin y al cabo, el objetivo de la cooperación entre la policía y la sociedad civil es precisamente investigar y analizar casos problemáticos de manera fáctica.