El gabinete neerlandés no prohibirá las organizaciones salafistas, ni habrá cambios legislativos para hacer frente a la intolerancia y la predicación del odio dentro de las organizaciones salafistas. Los instrumentos legales actuales son suficientes. Los ministros Art van der Steur (Seguridad y Justicia) y Lodewijk Asscher (Asuntos Sociales) escribieron esto en una carta al Parlamento. Los ministros no quieren prohibir una religión, ideología o doctrina porque “la libertad individual es el fundamento de nuestro Estado de derecho”. Una prohibición iría contra ese principio.