A pesar de que el número de refugiados crece, la ya difícil situación financiera de los centros de terapia psicosocial en Alemania es cada vez peor. El país cuenta con 30 centros para refugiados y víctimas de tortura. De acuerdo a sus propias estadísticas, solo pueden cubrir el 15% de las necesidades actuales. Amnistía Internacional ha pedido a Alemania que actúe de inmediato para poder cumplir la Directiva de la UE sobre las Normas de Acogida de los solicitantes de protección internacional.